A principios del siglo XIX el pastelero Marie Antoine Careme de la corte real francesa, estaba preparando unos bocadillos de pasta de hojaldre, los sacó del horno y los puso a enfriar para después rellenarlos; en un instante los bocadillos cayeron al suelo, 

Careme mirando como su obra caía gritó desesperado: " vol au vent" que en francés significa "voló al viento", palabra que con la llegada de los franceses los mexicanos lo llamaron "volován" bocadillo que llegó para quedarse con más de 100 años de presencia en México.